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febrero 6, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones».

Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En esta edición, Dolores Lopez, nos va a hablar sobre cómo crear una organización más inclusiva a través del diseño.

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Y dejanos tu opinión en los comentarios.

Si te gustó y te lo perdiste

¿Cómo contener a los miembros de tu organización ante la incertidumbre del contexto? Patricia Moirano, nos da herramientas para contener a los colaboradores ante la incertidumbre del contexto.

febrero 5, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Diagnóstico

Seguimos hablando de la importancia de medir y analizar los datos relevados para tomar decisiones. En esta oportunidad, analizaremos el caso de Profertil. Ellos, ante la posibilidad de implementar una red colaborativa, deciden realizar un pulso para poder elegir entre las opciones que ofrece el mercado.

¿Cuáles eran los objetivos?

  • Reconocer la matriz comunicación/cultura presente en relación a sus necesidades de comunicación.

  • Identificar la plataforma de comunicación colaborativa que mejor se adapte a la cultura de la compañía. 

¿Cuál fue la estratégia?

Relevar las percepciones de las personas que forman parte de la organización, para conocer el perfil cultural, organizacional y comunicacional. Así, se podría delinear la implementación de herramientas y canales de comunicación que promuevan la colaboración y faciliten el trabajo diario en y entre los equipos.

¿Cómo realizamos el pulso?

Nos valimos de las siguientes herramientas de relevamiento:

  • Focus Group a analistas y líderes de primera línea. 
  • Entrevistas en profundidad con gerentes de las distintas áreas.
  • Encuesta a colaboradores elegidos aleatoriamente.

¿Qué buscamos? 

Principalmente, recurrencias en el discurso y oportunidades de mejora. 

¿Qué analizamos?

Agrupamos lo relevado en 3 aspectos de la organización: 

  1. La cultura.
  2. La comunicación y sus canales.
  3. El negocio. 

Nos preguntamos: ¿Cómo ven a la organización hoy? ¿Cómo se comunican y qué canales utilizan? ¿Hacia dónde creen que va la compañía? ¿Cuáles son los principales desafíos que tienen por delante? 

Así, pudimos definir un perfil organizacional de los equipos de la compañía y seleccionar, de acuerdo a las particularidades de cada herramienta colaborativa, cual podría ajustarse mejor a su cultura. Al mismo tiempo, el relevamiento nos permitió validar aquellos aspectos positivos en materia de comunicación interna y dilucidar otras posibles líneas de acción.

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Si te gustó, seguimos hablando de la importancia de medir y analizar los datos relevados para tomar decisiones. Deep Analytics: Tomar mejores decisiones. Ya hay compañías que están experimentando con estas nuevas herramientas para conocer mejor su realidad de comunicación/cultura.

enero 28, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Diagnóstico, Gestión de la comunicación

A menudo cuando tenemos un problema, nos precipitamos a reparar una situación sin diagnosticar. No nos tomamos el tiempo para comprender la situación profundamente. En las organizaciones y, particularmente, en la comunicación, sucede lo mismo. Hoy hablaremos de la importancia de realizar un buen diagnóstico compartiendo la experiencia de uno de nuestros clientes: La Segunda Seguros.

El diagnóstico es el punto inaugural para elaborar cualquier plan estratégico de comunicación, partiendo de un escenario actual hacia un escenario deseado. 

No es cuestión de multiplicar los canales de comunicación, inundar de mensajes, llenar de campañas bonitas que adornan y dan color a los edificios. Cada empresa tiene una cultura, una misión, un por qué y un para qué,  que hay que conocer y respetar.

Para nosotros es clave comprender que la gestión de la comunicación va mucho más allá del mensaje y de los canales, es mucho más que eso. La gestión de la comunicación es pensar y trazar una estrategia, con el objetivo de fortalecer la cultura, el ADN de la empresa

Antes de diagnosticar

Debemos estar dispuestos a indagar, conocer y analizar la situación actual de nuestra organización.  Una indagación no sólo del funcionamiento y los canales de comunicación sino también de la dimensión cultural de la compañía.

Preguntarnos cuestiones clave como ¿qué necesitamos que todos conozcan en la organización?,  ¿cómo nos involucramos con el proyecto organizacional?, ¿por qué y para qué hacemos lo que hacemos?, ¿qué necesitan nuestros colaboradores y qué los motiva? Y un sinfín de preguntas más. De esta manera, podremos  establecer objetivos claros, cuáles son los mensajes clave y de qué manera desde la comunicación estaremos acompañando los objetivos/propósito del negocio/compañía.

Prejuicios sobre el diagnóstico

Entendemos los miedos o, mejor dicho, prejuicios que una organización debe atravesar cuando se plantea la necesidad de diagnosticar. 

“Es muy difícil. No es necesario. Va a generar tensiones entre los colaboradores. No tiene nada que ver con los objetivos del negocio”, nos plantean a menudo. 

Pero ninguno de estos prejuicios es completamente cierto.

El diagnóstico

Por supuesto que el diagnóstico lleva dedicación, se necesita de expertise para hacerlo, y una vez que se implementa no hay vuelta atrás: hay que  mostrar avances y resultados concretos. Sin embargo, existen alternativas intermedias que nos permiten reconocer la matriz de comunicación/cultura percibida antes de implementar un proyecto. Por ejemplo, un pulso sobre una muestra representativa (algunas entrevistas puntuales, focus groups y/o encuesta) nos permitirá conocer cuán permeable está el terreno para llevarla a cabo.  

Sobre los colaboradores entendemos que hacer un diagnóstico los alerta de que algo se está moviendo en la compañía y que para que se mueva, su percepción sobre la realidad organizacional es importante. En este sentido, no debemos olvidar que es fundamental mostrar un cambio visible para el colaborador. Mostrarle qué se hizo a partir de su participación en el diagnóstico.Diagnosticar para planificar

Florencia Bazzi, integrante del equipo de comunicación interna de La Segunda Seguros, comenta al respecto:

“Todos sabemos que la fase de diagnóstico es esencial para diseñar cualquier estrategia. Sin embargo, en la mayoría de las oportunidades decidimos omitir este paso, por falta de presupuesto, o de tiempos, o simplemente porque creemos conocer la cultura de nuestra organización y las opiniones de los equipos. Y ¿para qué nos vamos a arriesgar a que nos digan algo diferente?

En La Segunda nos animamos, motivados, ni más ni menos, que por la necesidad de impulsar la transformación cultural del Grupo y por el deseo de posicionar a la Comunicación Interna como aliada estratégica de la gestión. El resultado superó ampliamente nuestras expectativas. Además de sorprendernos con los hallazgos, este trabajo nos posibilitó desarrollar planes de acción junto a los principales líderes, instalar la comunicación como una dimensión más de nuestro mapa estratégico ¡y hasta crear el área de Comunicación Interna!  En resumen, conocer nuestros puntos de dolor (y nuestras fortalezas) nos ayudó a comprobar el potencial de la comunicación interna para apalancar la estrategia del negocio.”

En ABCOM entendemos al diagnóstico como una herramienta para la toma de decisiones estratégicas en comunicación y cultura. Y al ser estratégica nos permite planificar acciones que siempre buscarán apalancar los objetivos de negocio y los de la compañía en general. El principal capital de una compañía son las personas que la conforman, y si no conocemos sus percepciones sobre el negocio, la cultura, el liderazgo y la comunicación, difícilmente sepamos qué hace falta para lograr los objetivos que nos proponemos.

 

enero 9, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Diagnóstico, Gestión de la comunicación

En nuestro último podcast. Hablamos sobre la importancia del análisis de datos para la toma de decisiones. Ahora queremos contarte cómo la técnica de deep analytic en comunicación interna, puede ayudarte a diseñar un mejor plan estratégico para este 2020.

Deep Analytics: Tomar mejores decisiones

Cuando pensamos en estrategias de comunicación interna. Debemos comprender la complejidad que implica trabajar sobre la generación de sentidos y la construcción de culturas. Por esto es que resulta fundamental tomar como punto de partida el diagnóstico de comunicación/cultura.

Un buen diagnóstico requiere analizar un gran volúmen de información que, en general, vamos obteniendo de encuestas, entrevistas en profundidad, y grupos focales. Sin embargo, cuando aplicamos deep analytic a la comunicación interna vamos un paso más adentro en el estudio de la cultura organizacional. Esta herramienta nos permite medir y obtener información clave sobre las interacciones que mantienen los colaboradores a través del análisis de contenido de sus e-mails y publicaciones en redes sociales internas. El análisis semántico automatizado mediante inteligencia artificial. Nos ayuda a identificar cómo los mensajes clave de la organización están presentes en las interacciones diarias de nuestros colaboradores, y comprender mejor la cultura corporativa y las formas de interacción social dentro de la organización.

Aunque parezca de ciencia ficción. Ya hay compañías que están experimentando con estas nuevas herramientas para conocer mejor su realidad de comunicación/cultura, y diseñar mejor sus planes de comunicación interna. De hecho, en el último número de Harvard Business Review, Matthew Corritore, Amir Goldberg y Sameer B. Srivastava, publicaron algunos de los hallazgos encontrados mediante la utilización de herramientas de deep analytics.  En su artículo “The New Analytics of Culture”, cuenta cómo el análisis de mensajes de e-mails, redes sociales internas y Glassdoor (sitio web de reseñas donde los colaboradores califican las compañías en las que trabajan), logran dar cuenta de cómo la cultura influye en la matriz de pensamiento de los colaboradores y su comportamiento en el trabajo. Deep Analytics-Tomar mejores decisiones

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Este enfoque desafía las suposiciones prevalecientes sobre el comportamiento de las personas y revela nuevas ideas sobre cómo las organizaciones y sus líderes pueden aprovechar la cultura como un recurso estratégico. En esto mismo estamos hoy en ABCOM para seguir creando conversaciones que importan.

enero 6, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Sebastián Molina, nos va a hablar sobre cómo analizar los datos que tenemos para tomar decisiones en comunicación interna.

Escuchalo en Spotify ¿Cómo analizar datos para tomar decisiones en comunicación interna?}

Si te gustó

Toma 3: ¿Cuál es el rol de la comunicación en las PyMES? Podcast Conversaciones: Mariela Rodriguez Ponte, reflexiona acerca del rol que cumple la comunicación en las PyMES.

diciembre 14, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Mariela Rodriguez Ponte, reflexiona acerca del rol que cumple la comunicación en las PyMES.

Escuchalo en Spotify ¿Cuál es el rol de la comunicación en la PyMes?

Si te gustó y te lo perdiste

¿El desafío actual de las compañías es repensar su cultura? Entrevista a Martín Gonzalez Frígoli. En esta edición de Conversaciones, charlamos con Martín Gonzalez Frígoli sobre los nuevos desafíos que enfrentan las compañías en este contexto de COVID-19.

diciembre 9, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Marca empleadora

Cuando hablamos de empresas transparentes es muy común que las miradas sean dirigidas, en mayor medida, a elementos relacionados con códigos de ética, reportes financieros y rendición de cuentas. Sin embargo, la cultura de la transparencia comienza por casa.

Una de las dimensiones en las que se sustenta la reputación corporativa es su capacidad de generar confianza. Por este motivo, toda institución debe ser muy cautelosa al momento de comunicar sus políticas y caminar sus valores. La coherencia entre el decir y el hacer es una exigencia que la sociedad en su conjunto está demandando de todas sus instituciones. Esta demanda es aún mayor por parte de los colaboradores de la empresa, quienes la conocen desde adentro en su cotidianidad.

Un trabajador que es testigo día a día de prácticas internas deshonestas no estará convencido de la ética de la organización, por más que ésta publique impecables reportes para demostrar el cumplimiento de sus políticas. Es en esta instancia cuando la ética se vuelve un tema delicado para la comunicación, y cuando la comunicación se vuelve clave para crear una cultura transparente.

Para que las políticas de compliance no se conviertan en un discurso vacío en la práctica cotidiana de los líderes de la organización, el primer paso es evaluar cuán genuino es lo que deseamos comunicar y con cuánta fidelidad las acciones acompañan las palabras.

La ética interna no se ejerce sólo con respetar las normas legales de contratación de los empleados. Comienza por considerar el valor único de cada colaborador y respetarlo en su condición personal, no sólo laboral. Descubrir y desarrollar el potencial y el talento de cada colaborador y respetar su derecho a una vida equilibrada, que no propicie el éxito laboral en desmedro de su vida familiar y social.

Aunque resulte extraño escuchar esto en un contexto en el que tanto se habla de work-life balance, el número de organizaciones que en la práctica es bajo. El mejor modo de comunicar internamente políticas de transparencia y ética es con más hechos y con menos palabras.

Una empresa transparente es una organización que no tiene nada que ocultar, que siente que sus acciones y procesos pueden mejorar y no se cierra sobre sí misma sino que busca la mirada de sus stakeholders para evaluar su gestión. Una cultura de la transparencia se apoya en valores y metas compartidas, no en discursos impuestos. Si tenemos en cuenta que la cultura es una forma de interpretar la realidad y de accionar, para tener una empresa ética es necesario construir una cultura ética basada en la confianza.

La comunicación es el proceso mediante el cual se difunde e instala la cultura. Pero para que esto suceda debe haber coherencia entre las palabras y los hechos. Los líderes de la organización tienen que ser los primeros en actuar de modo correcto, predicando con el ejemplo. Los colaboradores sólo creen en mensajes que se sustentan en los hechos, y sólo confían en aquellos líderes que construyen un entorno íntegro desde sus acciones cotidianas. El reconocimiento de los logros, la comunicación clara de los objetivos, la cordialidad en el trato diario y el buen clima de trabajo son pasos fundamentales para desarrollar una cultura transparente y ética que sea sustento para la realización y comunicación de buenas prácticas empresariales.

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¿Qué es y para qué sirve la marca empleadora? También conocida como employer branding, construye bienestar en la organización. Definición, beneficios y cómo se impulsa la marca empleadora.

diciembre 3, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

El siguiente texto es uno de los apartados finales del libro “Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones”. El mismo es el producto de la experiencia y del trabajo de todo un equipo a lo largo de casi 20 años. 

Este libro, es una reflexión que parte de nuestra matriz teórica, pero que tiene un fuerte anclaje en la experiencia reunida en más de 100 organizaciones, a las que hemos acompañado en procesos de transformación cultural. 

Reflexionamos acerca de:

Los desafíos entre nuevos y viejos paradigmas de comunicación: El nuevo paradigma laboral está marcado por la horizontalidad, la agilidad en la toma de decisiones, la capitalización de los errores, y la comprensión del capital humano como estratégico para la transformación organizacional.

Comunicación interna: La comunicación vista como una estrategia transversal a la organización porque para poder decidir y acompañar el cambio, lo único permanente en estos tiempos, los miembros que la componen deben comprender y saber cuál es el horizonte y el propósito organizacional.

Liderazgo: Los líderes como guías, mediadores e inspiradores de confianza. 

Hacia un plan estratégico

Luego de haber realizado un diagnóstico ya tendremos un reconocimiento profundo de la organización y su cultura. Esto significa que conocemos los modos en que sus miembros se encuentran, de qué manera desarrollan sus actividades cotidianas, cómo perciben individual y colectivamente tanto la organización como sus metas y dinámicas de acción, cómo se sienten, cómo interactúan, cómo se relacionan entre grupos. Qué cosas disfrutan y cuáles los preocupan, si se identifican con la organización, qué clima se vive; en síntesis, estamos en condiciones de describir la cultura de la organización. 

Y como proponíamos en el comienzo del libro, nuestro propósito es conocer para transformar. Poder identificar y reconocer la cultura de la organización es el camino para poder modificarla, para gestionarla y accionar en pos del fortalecimiento y el logro de sus objetivos organizacionales. A partir de este diagnóstico, pensaremos y diseñaremos una estrategia específica para nuestra organización.

La cultura organizacional es el marco interpretativo, el eje fundamental para definir cuáles son las características de la organización. Es la base necesaria para plantear estrategias de comunicación que no resulten recetas únicas y estancas, sino adaptadas a cada situación particular, es decir, en concordancia con las necesidades y objetivos de la organización y con el contexto particular donde están insertas. 

Una estrategia no es más (ni menos) que una serie de acciones planificadas en función de uno o más objetivos.

Estas acciones contienen un modo de ser ejecutadas, unas herramientas y metodologías no aleatorias, construidas en función de las posibilidades y recursos disponibles y articuladas entre sí en la búsqueda de ese objetivo. En esta clave comunicacional, entendemos que son los objetivos los que guían nuestro hacer, son la base de la estrategia y el norte de la ges- tión.

Por este motivo, su definición resulta sustancial en nuestros planes, su claridad y especificidad serán fundamentales en la claridad y especifi- cidad de acciones concretas desarrolladas en el marco de la cultura de nuestra organización. En función de estos objetivos construiremos una estrategia anclada en tres puntos: 

1. Coherencia con las conclusiones del diagnóstico. Esto es, coherente con la cultura de la organización y con los deseos y anhelos presentes en ella. 

2. Realizable, es decir, que contemple las posibilidades de acción tanto material como simbólica. Que tenga en cuenta los recursos disponibles en la organización, desde los materiales hasta los humanos, con sus peculiaridades y sensibilidades. 

3. Efectiva, lo que significa que estará haciendo el mejor uso de dichos recursos y que se consolidará en función de metas y expectativas de logro. 

Esto hará que la estrategia también pueda contener, en sí misma, su evaluación, o sea, el contraste de los pasos dados con los resultados obtenidos. 

La coherencia.

El primer eje de la construcción de esos objetivos estratégicos tiene que ver, decíamos, con la coherencia que establezcan con el diagnóstico realizado, en este caso, en clave cultural. Ahora bien, de este diagnóstico habremos podido desprender miradas y percepciones diversas en torno a las prácticas, los quehaceres y cotidianidades de los miembros de la organización.

Habremos encontrado patrones de continuidad valiosos, pero también tendremos, seguramente, miradas más críticas, conductas que no son las esperadas, dificultades manifiestas, incluso problemáticas que no son vistas de tal modo por los miembros de la organización.

El desafío que Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones encaramos como comunicadores es poner en diálogo este diagnóstico con las percepciones de los miembros de la organización y la voluntad de la dirección. Esto puede no ser un punto fácil, pero es de suma importancia que aquello que propongamos esté en concordancia con las motivaciones que dieron lugar a este trabajo sin desconocer aquello que emerge de la implementación del diagnóstico.

En otras palabras, generar un punto de coincidencia entre lo que sucede en el plano concreto de la organización y sus modos cotidianos con el plano del deseo y la necesidad manifestada por su dirección. En función de esto nos adentramos en el siguiente punto, que es la planificación de planes realizables.

Lo realizable 

Las organizaciones no son solo aquello que enuncian y desean, sino también las condiciones materiales en las que se desarrolla su accionar cotidiano. Por lo tanto, es necesario que, al momento de pensar los planes estratégicos, contemplemos ambos aspectos. De poco servirá que diseñemos propuestas imposibles de materializar, bien sea porque no se adaptan al presupuesto del que la organización puede disponer, o bien porque requieren de una infraestructura que no está disponible, o quizás porque no responden a la cultura de la organización, o porque demandan la existencia de procesos que aún no se dan o sobre los que hay resistencias.

Una vez más, se requiere en esta instancia de nuestra atención y agudeza para poder identificar aquello que es posible en cada organización. Veremos entonces de qué manera articular lo deseado con lo posible. Lograr una ecuación en la que, habiendo identificado el mapa de recursos de la organización, lo pongamos en diálogo con aquellos ejes que se desarrollaban en la matriz start-stop-more-less y que nos permitían reconocer aquello que la organización está dispuesta a transformar. 

La efectividad 

Al reflexionar sobre la optimización de los recursos disponibles, estableceremos una serie de metas y expectativas.

A sabiendas de cuáles son nuestros objetivos, podremos pautar un modo de medir resultados, no con el fin de consolidar esta estrategia en términos de números, sino de entender que de algún modo la implementación representará una serie de transformaciones que es necesario poder identificar. De esta manera, confirmaremos la efectividad de la estrategia mediante el contraste de los objetivos propuestos con los hechos concretos. 

Las metas deberán ser cuantificables y específicas. Con esto nos referimos a que deben estar detalladas y no establecer parámetros generales para todas las acciones. Puede haber más de una meta por cada acción propuesta, dado que indicarán todo aquello que puede transformarse en cada una de ellas. Por ejemplo: cierta cantidad de reuniones, de materiales, de participaciones en plataformas, en acuerdos establecidos, en logros con clientes.

Las metas también deben tener plazos. Podremos contemplar algunas en lo inmediato, pero otras quizás demandan más tiempo en la implementación. Además, establecer el tiempo como un parámetro nos estará marcando cuáles son los límites o las alertas para observar los pro- cesos y apuntalar aquellas dificultades que pudieran surgir. 

Estas metas, a la vez que funcionarán como un medidor de nuestra estrategia, pueden ser mecanismos de motivación para los equipos de trabajo. Incluso pueden pensarse formas de reconocimiento, por metas alcanzadas, para los miembros de la organización. En consecuencia, las metas también deberán mantener una coherencia interna con la cultura organizacional y, al mismo tiempo, ser realistas con las posibilidades de la compañía. 

De esta manera, empezamos a vislumbrar la evaluación como un componente de la estrategia. Una evaluación que incluirá la medición de estas metas, pero que también puede enriquecerse con otros mecanismos de seguimiento que sean de características cualitativas.

En efecto, como trabajamos sobre el diagnóstico, podemos llegar a establecer alguna entrevista o encuesta de clima interno en momentos específicos de la implementación de la estrategia; de esta manera, reconoceremos si aparecen dificultades o incomodidades que no se visibilizan en los números pero que quizás están en las percepciones de los miembros de la organización. Y aunque los números no resulten alentadores, tal vez la sensación de los equipos de trabajo en relación con algunas de las transformaciones propuestas sea muy buena. 

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Cómo planificar estratégicamente la comunicación interna de cara al 2021? Luego de un año insólito en el que se planteó una nueva forma de vida que afectó nuestro modo de relacionarnos, de trabajar, de consumir; donde los procesos como la digitalización y la posibilidad de trabajo remoto se aceleraron, debemos pensar en los desafíos y posibilidades de cara al año que comienza. 

noviembre 14, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Podcast

Desde ABCOM, presentamos nuestro ciclo de podcast «Conversaciones». Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica.

En este episodio, Marcela Fons, nos invita a pensar distintas herramientas para mejorar la experiencia del cliente interno todos los días.

Escuchalo en Spotify ¿Cómo mejorar la experiencia del cliente interno?}

Si te gustó y te lo perdiste

¿Cuál es el rol de la comunicación en las PyMES? En este episodio, Mariela Rodriguez Ponte, reflexiona acerca del rol que cumple la comunicación en las PyMES.

octubre 17, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Casos

Diversidad, igualdad, inclusión. Las compañías y organizaciones son agentes de cambio en la sociedad y tienen un papel fundamental a la hora de lograr que esas palabras sean realidades. Por eso, desde ABCOM acompañamos a aquellos clientes que ponen manos a la obra: en este caso trabajamos junto a Profertil en el desarrollo de su política de diversidad e inclusión. 

¿Por qué es importante hablar de diversidad e inclusión en las empresas? 

  • Porque los colaboradores que se sienten parte de un entorno en el que son aceptados e incluso apreciados, tienden a aumentar su motivación y su nivel de compromiso y de trabajo en equipo.
  • Porque contar con equipos diversos tiene un retorno concreto sobre la eficiencia, productividad y creatividad de los equipos. Las múltiples miradas dan mejores resultados. 

En este sentido, desarrollamos junto a Profertil, una Política de diversidad e inclusión para impulsar una cultura abierta a la diversidad.

Política y manifiesto de Profertil

Profertil es una empresa agroindustrial que por primera vez va a contratar mujeres para el puesto de “operador de campo”. Pertenece a un sector donde generalmente el número de colaboradores hombres sobrepasa ampliamente en cantidad al de mujeres. Sin embargo, la gestión tiene un fuerte compromiso con las políticas de igualdad de género y beneficios para su público interno.

Tiene además un especial interés en trabajar el clima laboral para que la incorporación del grupo de mujeres sea contenida por los demás colaboradores, y así poder propiciar un mejor ambiente laboral.

Empezamos nuestro trabajo en conjunto por la realización de la política para sentar las bases, como el puntapié inicial para el desarrollo de prácticas de diversidad e inclusión. 

Elaboramos un documento que actúa como guía en los compromisos y requerimientos diarios, en los modos de hacer y ser en Profertil, para alcanzar un ambiente laboral de excelencia. Esta orienta y fortalece el compromiso de la empresa en la equidad de género y la diversidad entre los colaboradores y las colaboradoras hacia el interior de la organización.

Luego desarrollamos un manifiesto que busca sintetizar los propósitos de Profertil sobre diversidad e inclusión, de manera que el público interno pueda apropiarse de los mismos y ponerlos en práctica en la diaria. 

Ambos son documentos dinámicos y se irán transformando y actualizando, a medida que avancen la reflexión, la formación y la implementación de otras iniciativas hacia dentro de la organización.    

Como especialistas en comunicación/cultura, sabemos que es fundamental continuar trabajando para que la política y el manifiesto sean incorporados en la cultura de la organización y dotados de nuevos sentidos por los colaboradores y las colaboradoras.

El próximo paso es la estrategia integral que promueva líneas de acción concretas para la internalización de estas nuevas prácticas en la organización.