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‘Gestión de la comunicación’ Category

abril 16, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

El aislamiento social preventivo es la estrategia, hasta ahora, más efectiva para frenar la propagación del COVID- 19 en nuestro país y en el mundo. Sin embargo, uno de los mayores problemas asociados al aislamiento, se relaciona con contener y ayudar a aquellas mujeres víctimas de violencia, que se encuentran hoy en una situación aún más vulnerable, dado que están confinadas con su agresor. 

El encierro forzado en hogares con antecedentes de violencia provoca un recrudecimiento de la misma y por otro lado, también podría llevar a un desencadenamiento en otras familias sin antecedentes. En circunstancias de convivencia de tiempo completo, pedir ayuda, se vuelve todavía más difícil para las víctimas.

QuedateEnCasa: cuarentena y violencia de género

Durante el período que lleva el aislamiento social y preventivo, el aumento de la violencia contra las mujeres ha crecido exponencialmente en Argentina y otros países del mundo. Lo mismo sucedió con las denuncias en contra de los agresores, en muchos de los casos. A día de hoy, ocurrieron más de 20 femicidios en el país. 

La pregunta que surge es, ¿cómo debemos acompañar a las mujeres en este contexto? 

Sin duda, es clave, en primera instancia visibilizar la violencia, poner en palabras la realidad que viven muchas mujeres – por esto nos referimos a quienes tienen cargos polìticos y públicos, a los medios masivos de comunicación, a los y las líderes de las organizaciones; y hacer público los canales de denuncia y las campañas que los entes responsables están llevando a cabo para asistir y proteger a las víctimas.

Por otro lado, es esencial que todos y todas tomemos un compromiso con la situación que aqueja a cada vez más mujeres, niñas y niños en los hogares argentinos. Por eso, desde nuestro lugar, utilizamos este espacio para invitar a las organizaciones a tomar consciencia acerca de la vulnerabilidad que enfrentan muchas mujeres.

Es importante utilizar los canales de comunicación corporativos para dar lugar a las campañas de comunicación que echen luz sobre las desigualdades de género. Además, aquellas organizaciones que ya trabajan con protocolos de violencia doméstica pueden, en este contexto, reforzar su presencia y aquellas que aún no lo tienen pueden tomar la oportunidad para comenzar a implementarlo.

En este sentido, queremos reforzar nuestro interés en que además de los líderes, también el resto de los colaboradores y colaboradoras, estén atentos a esta problemática y se comuniquen a diario con las mujeres de sus equipos,  se comprometan y colaboren de acuerdo a las necesidades que pueda estar atravesando una compañera.

Les compartimos algunas buenas prácticas:

-Tener comunicaciones diarias con las colaboradoras, involucrarse en sus realidades y reforzar la confianza con ellas. 

-Consultarles acerca de la convivencia. 

– Proponer códigos de comunicación para hablar sobre la temática sin quedar en evidencia.  

-Armar redes de contención entre equipos.

En un contexto que desdibuja las distancias entre lo profesional y lo personal y en el que participamos a diario de la cotidianeidad de los hogares de nuestros y nuestras compañeras/os, invitamos a todos a reflexionar sobre la importancia de colaborar y acompañar especialmente a las mujeres que sabemos que #QuedarseEnCasa dista de ser la mejor opción. Si querés más información o saber cómo podes ayudar una compañera en esta situación ingresa aquí

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El blended working, una modalidad que combina tiempo en la oficina con trabajo remoto. Si bien ha resultado una experiencia muy positiva. También ha planteado nuevos desafíos en torno a la violencia de género en el entorno laboral. Violencia de Género y Teletrabajo

marzo 30, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Continuando con el firme compromiso de colaborar activamente con nuestros colegas,  te compartimos la grabación de nuestro último Online Meeting donde líderes de distintas compañías nos compartieron su experiencia acerca de cómo atraviesan el home office y cuáles son sus estrategias para continuar con sus negocios en el contexto de cuarentena total. 

Nos acompañaron líderes de Grupo Gire, Profertil, Navent, y Banco Ciudad. Moderaron: Marcela Fons y Sebastián Molina. 

Mirá la Online Meeting en YouTube

Escuchalá en Spotify

Si te gustó y te lo perdiste

En Conversaciones. Un espacio que invita a pensar la comunicación todos los días de manera práctica. En esta edición, Dolores Lopez, nos va a hablar sobre cómo crear una organización más inclusiva a través del diseño. 

marzo 12, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

La expansión del coronavirus o Covid-19 en 55 países del mundo, está obligando a las organizaciones a tomar medidas respecto a sus prácticas habituales para evitar la propagación y el contagio del virus. 

En este artículo respondemos algunas preguntas y proponemos distintas prácticas y medidas que deberías aplicar en tu organización. 

  1. ¿Debo crear un comité con distintas áreas de la empresa para abordar el tema?

Es saludable, ante una crisis como esta, crear un comité de seguimiento y coordinación. Un grupo interdisciplinario que se vuelva referente para todos los colaboradores. 

El comité deberá estar integrado por colaboradores de las áreas de: recursos humanos, comunicación, seguridad e higiene y medicina. Si la organización no cuenta con alguna de estas áreas in situ, te recomendamos contactar un especialista externo para sumar al comité. 

Estos referentes deberán establecer un protocolo de procedimientos en distintos escenarios, el tono de la comunicación y el plan de prevención que adoptará la organización.

  1. ¿Qué canales debo utilizar para comunicar a mis colaboradores?

Te recomendamos utilizar todos los canales de comunicación con los que cuente tu organización: emails, redes sociales internas, pantallas, carteleras, etc. 

Los rumores y los temores de los trabajadores pueden propagarse tan rápido como un virus. Es importante que llegues a todos los miembros de la organización, incluidos aquellos que no están en el lugar de trabajo, con actualizaciones periódicas, coordinadas internamente, sobre el control de infecciones, los síntomas y la política de la empresa con respecto al trabajo remoto y las circunstancias en las que los colaboradores pueden ser excluidos o reincorporados al lugar de trabajo. 

Estas comunicaciones deben provenir o ser revisadas por el comité, y deben coordinarse cuidadosamente. Si aún no tienes una plataforma colaborativa, ahora es un buen momento para crearla.

  1. ¿Qué medidas preventivas puedo adoptar?

  • Es recomendable reforzar la limpieza en los espacios comunes. 
  • Destacar los lugares en donde los empleados pueden acceder al alcohol en gel. 
  • Recomendar el lavado de manos frecuente con agua y jabón.
  • Cubrirse la nariz y la boca con el pliegue del codo o usar un pañuelo descartable al toser o estornudar (descarte inmediato). 
  • Ventilar los ambientes. 
  • Limpiar frecuentemente las superficies y los objetos que se usan con frecuencia.
  •  Incorporar personal médico en el establecimiento para dudas y consultas.
  • Todos los colaboradores que presenten síntomas deberán acercarse al servicio médico de la compañía. 

  1. ¿Debo suspender los viajes de negocios y eventos masivos?

La OMS recomienda posponer viajes a países de riesgo. Por lo tanto, deberías posponer los viajes de negocios y restringir todo tipo de viajes para evitar que los colaboradores vayan a los aeropuertos. 

Reprogramar eventos masivos y limitar las reuniones a no más de 15 personas. Y, de ser posible, implementar las reuniones por videoconferencia.

Si bien muchos trabajos (retail, manufactura, cuidado de la salud) requieren que las personas estén físicamente presentes, se debe alentar el trabajo remoto, incluidas las reuniones. La videoconferencia, por ejemplo, es una buena alternativa a las reuniones cara a cara. 

  1. ¿Qué deben hacer los colaboradores que regresan de los denominados países de riesgo?

Los colaboradores que regresen de países con grandes focos de infección deberán permanecer durante 15 días aislados en sus domicilios y trabajando de manera remota. Para lograr esto, es necesario proveer al colaborador de todas las herramientas para que pueda realizar su tarea.

Lo importante aquí, como en cualquier crisis es no entrar en pánico, organizarse y comunicar. 

 

¿Querés saber cómo preparar a líderes y colaboradores para trabajar de manera remota? (Hacé click aquí).

marzo 4, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Es probable que en algún momento de su vida profesional hayan realizado un trabajo que les gustó mucho y por una cosa u otra terminó guardado en un cajón. 

Por eso hoy les traemos algunas piezas y campañas que nos gustan mucho y no llegaron a ver la luz. Esta es su segunda oportunidad. ABCOM 

Acá, algunos ejemplos:

CASO 1

Objetivo

Instalar entre los colaboradores de una compañía los conceptos que rigen el Código de Conducta y subrayar la importancia que tiene respetarlos día a día. 

Opción 1: 

 

A través de la creación de un personaje que remite de forma directa a la película “La Guerra de las Galaxias” buscamos generar empatía y recordación. Esta figura vendría a ser como un “guía” o “sabio”, cuya misión en la compañía es contarles a los colaboradores cuáles son las conductas que deben tener día a día con sus compañeros, la empresa y los clientes. De esta manera, entre todos, construirán un lugar más transparente e íntegro. 

Mensaje clave: Hacer las cosas bien, nos lleva a un lugar mejor.

Opción 2:

Todos sabemos qué actitudes son correctas y cuáles incorrectas. Por eso, de nosotros depende mantenernos de acuerdo a lo que establece el código de conducta de la Compañía. 
A través del segundo concepto, buscamos generar empatía y recordar a los colaboradores que además de saber cómo se deben hacer las cosas hay que actuar en consecuencia.  Esta propuesta se basa en una imagen intervenida, en la que un elemento de la composición no corresponda al entorno. La idea es que las imágenes generen impacto, y acompañen a la frase estructural de la campaña.

Mensaje clave: Sabemos que hay cosas que están fuera de lugar.

 

CASO 2

Objetivo

Generar una visión que refleje y refuerce la idea de que la compañía es una compañía que promueve y respeta la diversidad. 

#Soy

Vivimos un mundo lleno de etiquetas. Al momento de nacer, automáticamente adquirimos la primera: somos hombres o mujeres, gordos o flacos, altos, petisos, tímidos o extrovertidos. 
Pero no somos sólo esas etiquetas que cargamos. También somos la música que nos gusta, el deporte que hacemos, y los amigos que elegimos tener. Somos miles de pensamientos, gustos y experiencias transformándose día a día.
Lo más importante, es cómo elegimos designarnos a nosotros mismos. Somos libres de Ser.

 

CASO 3

Objetivo

Comunicar a los colaboradores de una compañía la posibilidad de pedir un adelanto del salario.

 

enero 28, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Diagnóstico, Gestión de la comunicación

A menudo cuando tenemos un problema, nos precipitamos a reparar una situación sin diagnosticar. No nos tomamos el tiempo para comprender la situación profundamente. En las organizaciones y, particularmente, en la comunicación, sucede lo mismo. Hoy hablaremos de la importancia de realizar un buen diagnóstico compartiendo la experiencia de uno de nuestros clientes: La Segunda Seguros.

El diagnóstico es el punto inaugural para elaborar cualquier plan estratégico de comunicación, partiendo de un escenario actual hacia un escenario deseado. 

No es cuestión de multiplicar los canales de comunicación, inundar de mensajes, llenar de campañas bonitas que adornan y dan color a los edificios. Cada empresa tiene una cultura, una misión, un por qué y un para qué,  que hay que conocer y respetar.

Para nosotros es clave comprender que la gestión de la comunicación va mucho más allá del mensaje y de los canales, es mucho más que eso. La gestión de la comunicación es pensar y trazar una estrategia, con el objetivo de fortalecer la cultura, el ADN de la empresa

Antes de diagnosticar

Debemos estar dispuestos a indagar, conocer y analizar la situación actual de nuestra organización.  Una indagación no sólo del funcionamiento y los canales de comunicación sino también de la dimensión cultural de la compañía.

Preguntarnos cuestiones clave como ¿qué necesitamos que todos conozcan en la organización?,  ¿cómo nos involucramos con el proyecto organizacional?, ¿por qué y para qué hacemos lo que hacemos?, ¿qué necesitan nuestros colaboradores y qué los motiva? Y un sinfín de preguntas más. De esta manera, podremos  establecer objetivos claros, cuáles son los mensajes clave y de qué manera desde la comunicación estaremos acompañando los objetivos/propósito del negocio/compañía.

Prejuicios sobre el diagnóstico

Entendemos los miedos o, mejor dicho, prejuicios que una organización debe atravesar cuando se plantea la necesidad de diagnosticar. 

“Es muy difícil. No es necesario. Va a generar tensiones entre los colaboradores. No tiene nada que ver con los objetivos del negocio”, nos plantean a menudo. 

Pero ninguno de estos prejuicios es completamente cierto.

El diagnóstico

Por supuesto que el diagnóstico lleva dedicación, se necesita de expertise para hacerlo, y una vez que se implementa no hay vuelta atrás: hay que  mostrar avances y resultados concretos. Sin embargo, existen alternativas intermedias que nos permiten reconocer la matriz de comunicación/cultura percibida antes de implementar un proyecto. Por ejemplo, un pulso sobre una muestra representativa (algunas entrevistas puntuales, focus groups y/o encuesta) nos permitirá conocer cuán permeable está el terreno para llevarla a cabo.  

Sobre los colaboradores entendemos que hacer un diagnóstico los alerta de que algo se está moviendo en la compañía y que para que se mueva, su percepción sobre la realidad organizacional es importante. En este sentido, no debemos olvidar que es fundamental mostrar un cambio visible para el colaborador. Mostrarle qué se hizo a partir de su participación en el diagnóstico.Diagnosticar para planificar

Florencia Bazzi, integrante del equipo de comunicación interna de La Segunda Seguros, comenta al respecto:

“Todos sabemos que la fase de diagnóstico es esencial para diseñar cualquier estrategia. Sin embargo, en la mayoría de las oportunidades decidimos omitir este paso, por falta de presupuesto, o de tiempos, o simplemente porque creemos conocer la cultura de nuestra organización y las opiniones de los equipos. Y ¿para qué nos vamos a arriesgar a que nos digan algo diferente?

En La Segunda nos animamos, motivados, ni más ni menos, que por la necesidad de impulsar la transformación cultural del Grupo y por el deseo de posicionar a la Comunicación Interna como aliada estratégica de la gestión. El resultado superó ampliamente nuestras expectativas. Además de sorprendernos con los hallazgos, este trabajo nos posibilitó desarrollar planes de acción junto a los principales líderes, instalar la comunicación como una dimensión más de nuestro mapa estratégico ¡y hasta crear el área de Comunicación Interna!  En resumen, conocer nuestros puntos de dolor (y nuestras fortalezas) nos ayudó a comprobar el potencial de la comunicación interna para apalancar la estrategia del negocio.”

En ABCOM entendemos al diagnóstico como una herramienta para la toma de decisiones estratégicas en comunicación y cultura. Y al ser estratégica nos permite planificar acciones que siempre buscarán apalancar los objetivos de negocio y los de la compañía en general. El principal capital de una compañía son las personas que la conforman, y si no conocemos sus percepciones sobre el negocio, la cultura, el liderazgo y la comunicación, difícilmente sepamos qué hace falta para lograr los objetivos que nos proponemos.

 

enero 9, 2020

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Por: abcom

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Categorías: Diagnóstico, Gestión de la comunicación

En nuestro último podcast. Hablamos sobre la importancia del análisis de datos para la toma de decisiones. Ahora queremos contarte cómo la técnica de deep analytic en comunicación interna, puede ayudarte a diseñar un mejor plan estratégico para este 2020.

Deep Analytics: Tomar mejores decisiones

Cuando pensamos en estrategias de comunicación interna. Debemos comprender la complejidad que implica trabajar sobre la generación de sentidos y la construcción de culturas. Por esto es que resulta fundamental tomar como punto de partida el diagnóstico de comunicación/cultura.

Un buen diagnóstico requiere analizar un gran volúmen de información que, en general, vamos obteniendo de encuestas, entrevistas en profundidad, y grupos focales. Sin embargo, cuando aplicamos deep analytic a la comunicación interna vamos un paso más adentro en el estudio de la cultura organizacional. Esta herramienta nos permite medir y obtener información clave sobre las interacciones que mantienen los colaboradores a través del análisis de contenido de sus e-mails y publicaciones en redes sociales internas. El análisis semántico automatizado mediante inteligencia artificial. Nos ayuda a identificar cómo los mensajes clave de la organización están presentes en las interacciones diarias de nuestros colaboradores, y comprender mejor la cultura corporativa y las formas de interacción social dentro de la organización.

Aunque parezca de ciencia ficción. Ya hay compañías que están experimentando con estas nuevas herramientas para conocer mejor su realidad de comunicación/cultura, y diseñar mejor sus planes de comunicación interna. De hecho, en el último número de Harvard Business Review, Matthew Corritore, Amir Goldberg y Sameer B. Srivastava, publicaron algunos de los hallazgos encontrados mediante la utilización de herramientas de deep analytics.  En su artículo “The New Analytics of Culture”, cuenta cómo el análisis de mensajes de e-mails, redes sociales internas y Glassdoor (sitio web de reseñas donde los colaboradores califican las compañías en las que trabajan), logran dar cuenta de cómo la cultura influye en la matriz de pensamiento de los colaboradores y su comportamiento en el trabajo. Deep Analytics-Tomar mejores decisiones

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Este enfoque desafía las suposiciones prevalecientes sobre el comportamiento de las personas y revela nuevas ideas sobre cómo las organizaciones y sus líderes pueden aprovechar la cultura como un recurso estratégico. En esto mismo estamos hoy en ABCOM para seguir creando conversaciones que importan.

diciembre 3, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

El siguiente texto es uno de los apartados finales del libro “Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones”. El mismo es el producto de la experiencia y del trabajo de todo un equipo a lo largo de casi 20 años. 

Este libro, es una reflexión que parte de nuestra matriz teórica, pero que tiene un fuerte anclaje en la experiencia reunida en más de 100 organizaciones, a las que hemos acompañado en procesos de transformación cultural. 

Reflexionamos acerca de:

Los desafíos entre nuevos y viejos paradigmas de comunicación: El nuevo paradigma laboral está marcado por la horizontalidad, la agilidad en la toma de decisiones, la capitalización de los errores, y la comprensión del capital humano como estratégico para la transformación organizacional.

Comunicación interna: La comunicación vista como una estrategia transversal a la organización porque para poder decidir y acompañar el cambio, lo único permanente en estos tiempos, los miembros que la componen deben comprender y saber cuál es el horizonte y el propósito organizacional.

Liderazgo: Los líderes como guías, mediadores e inspiradores de confianza. 

Hacia un plan estratégico

Luego de haber realizado un diagnóstico ya tendremos un reconocimiento profundo de la organización y su cultura. Esto significa que conocemos los modos en que sus miembros se encuentran, de qué manera desarrollan sus actividades cotidianas, cómo perciben individual y colectivamente tanto la organización como sus metas y dinámicas de acción, cómo se sienten, cómo interactúan, cómo se relacionan entre grupos. Qué cosas disfrutan y cuáles los preocupan, si se identifican con la organización, qué clima se vive; en síntesis, estamos en condiciones de describir la cultura de la organización. 

Y como proponíamos en el comienzo del libro, nuestro propósito es conocer para transformar. Poder identificar y reconocer la cultura de la organización es el camino para poder modificarla, para gestionarla y accionar en pos del fortalecimiento y el logro de sus objetivos organizacionales. A partir de este diagnóstico, pensaremos y diseñaremos una estrategia específica para nuestra organización.

La cultura organizacional es el marco interpretativo, el eje fundamental para definir cuáles son las características de la organización. Es la base necesaria para plantear estrategias de comunicación que no resulten recetas únicas y estancas, sino adaptadas a cada situación particular, es decir, en concordancia con las necesidades y objetivos de la organización y con el contexto particular donde están insertas. 

Una estrategia no es más (ni menos) que una serie de acciones planificadas en función de uno o más objetivos.

Estas acciones contienen un modo de ser ejecutadas, unas herramientas y metodologías no aleatorias, construidas en función de las posibilidades y recursos disponibles y articuladas entre sí en la búsqueda de ese objetivo. En esta clave comunicacional, entendemos que son los objetivos los que guían nuestro hacer, son la base de la estrategia y el norte de la ges- tión.

Por este motivo, su definición resulta sustancial en nuestros planes, su claridad y especificidad serán fundamentales en la claridad y especifi- cidad de acciones concretas desarrolladas en el marco de la cultura de nuestra organización. En función de estos objetivos construiremos una estrategia anclada en tres puntos: 

1. Coherencia con las conclusiones del diagnóstico. Esto es, coherente con la cultura de la organización y con los deseos y anhelos presentes en ella. 

2. Realizable, es decir, que contemple las posibilidades de acción tanto material como simbólica. Que tenga en cuenta los recursos disponibles en la organización, desde los materiales hasta los humanos, con sus peculiaridades y sensibilidades. 

3. Efectiva, lo que significa que estará haciendo el mejor uso de dichos recursos y que se consolidará en función de metas y expectativas de logro. 

Esto hará que la estrategia también pueda contener, en sí misma, su evaluación, o sea, el contraste de los pasos dados con los resultados obtenidos. 

La coherencia.

El primer eje de la construcción de esos objetivos estratégicos tiene que ver, decíamos, con la coherencia que establezcan con el diagnóstico realizado, en este caso, en clave cultural. Ahora bien, de este diagnóstico habremos podido desprender miradas y percepciones diversas en torno a las prácticas, los quehaceres y cotidianidades de los miembros de la organización.

Habremos encontrado patrones de continuidad valiosos, pero también tendremos, seguramente, miradas más críticas, conductas que no son las esperadas, dificultades manifiestas, incluso problemáticas que no son vistas de tal modo por los miembros de la organización.

El desafío que Cultura en Acción. Comunicar para transformar las organizaciones encaramos como comunicadores es poner en diálogo este diagnóstico con las percepciones de los miembros de la organización y la voluntad de la dirección. Esto puede no ser un punto fácil, pero es de suma importancia que aquello que propongamos esté en concordancia con las motivaciones que dieron lugar a este trabajo sin desconocer aquello que emerge de la implementación del diagnóstico.

En otras palabras, generar un punto de coincidencia entre lo que sucede en el plano concreto de la organización y sus modos cotidianos con el plano del deseo y la necesidad manifestada por su dirección. En función de esto nos adentramos en el siguiente punto, que es la planificación de planes realizables.

Lo realizable 

Las organizaciones no son solo aquello que enuncian y desean, sino también las condiciones materiales en las que se desarrolla su accionar cotidiano. Por lo tanto, es necesario que, al momento de pensar los planes estratégicos, contemplemos ambos aspectos. De poco servirá que diseñemos propuestas imposibles de materializar, bien sea porque no se adaptan al presupuesto del que la organización puede disponer, o bien porque requieren de una infraestructura que no está disponible, o quizás porque no responden a la cultura de la organización, o porque demandan la existencia de procesos que aún no se dan o sobre los que hay resistencias.

Una vez más, se requiere en esta instancia de nuestra atención y agudeza para poder identificar aquello que es posible en cada organización. Veremos entonces de qué manera articular lo deseado con lo posible. Lograr una ecuación en la que, habiendo identificado el mapa de recursos de la organización, lo pongamos en diálogo con aquellos ejes que se desarrollaban en la matriz start-stop-more-less y que nos permitían reconocer aquello que la organización está dispuesta a transformar. 

La efectividad 

Al reflexionar sobre la optimización de los recursos disponibles, estableceremos una serie de metas y expectativas.

A sabiendas de cuáles son nuestros objetivos, podremos pautar un modo de medir resultados, no con el fin de consolidar esta estrategia en términos de números, sino de entender que de algún modo la implementación representará una serie de transformaciones que es necesario poder identificar. De esta manera, confirmaremos la efectividad de la estrategia mediante el contraste de los objetivos propuestos con los hechos concretos. 

Las metas deberán ser cuantificables y específicas. Con esto nos referimos a que deben estar detalladas y no establecer parámetros generales para todas las acciones. Puede haber más de una meta por cada acción propuesta, dado que indicarán todo aquello que puede transformarse en cada una de ellas. Por ejemplo: cierta cantidad de reuniones, de materiales, de participaciones en plataformas, en acuerdos establecidos, en logros con clientes.

Las metas también deben tener plazos. Podremos contemplar algunas en lo inmediato, pero otras quizás demandan más tiempo en la implementación. Además, establecer el tiempo como un parámetro nos estará marcando cuáles son los límites o las alertas para observar los pro- cesos y apuntalar aquellas dificultades que pudieran surgir. 

Estas metas, a la vez que funcionarán como un medidor de nuestra estrategia, pueden ser mecanismos de motivación para los equipos de trabajo. Incluso pueden pensarse formas de reconocimiento, por metas alcanzadas, para los miembros de la organización. En consecuencia, las metas también deberán mantener una coherencia interna con la cultura organizacional y, al mismo tiempo, ser realistas con las posibilidades de la compañía. 

De esta manera, empezamos a vislumbrar la evaluación como un componente de la estrategia. Una evaluación que incluirá la medición de estas metas, pero que también puede enriquecerse con otros mecanismos de seguimiento que sean de características cualitativas.

En efecto, como trabajamos sobre el diagnóstico, podemos llegar a establecer alguna entrevista o encuesta de clima interno en momentos específicos de la implementación de la estrategia; de esta manera, reconoceremos si aparecen dificultades o incomodidades que no se visibilizan en los números pero que quizás están en las percepciones de los miembros de la organización. Y aunque los números no resulten alentadores, tal vez la sensación de los equipos de trabajo en relación con algunas de las transformaciones propuestas sea muy buena. 

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Cómo planificar estratégicamente la comunicación interna de cara al 2021? Luego de un año insólito en el que se planteó una nueva forma de vida que afectó nuestro modo de relacionarnos, de trabajar, de consumir; donde los procesos como la digitalización y la posibilidad de trabajo remoto se aceleraron, debemos pensar en los desafíos y posibilidades de cara al año que comienza. 

julio 25, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Todas las organizaciones atraviesan en algún momento procesos de crisis. Problemas económicos, de reputación, de reestructuración e incluso de transformación. Las razones pueden ser diversas. Sin embargo, cualquiera sea el contexto, gestionar la comunicación interna de manera adecuada marca la diferencia. 

La comunicación es clave

Te dejamos algunos consejos que pueden ser claves al momento de pensar en el qué y el cómo: 

  • Definir un mensaje clave y un discurso organizacional unívoco

Establecer un único mensaje que contenga las bases de lo que queremos comunicar con respecto al proceso que se atraviesa, y que pueda ser comunicado a toda la organización de manera unívoca.

  • Tomar una posición proactiva

Adelantarnos a lo que pueda suceder, tomar decisiones y comunicarlas de manera transparente de acuerdo al mensaje definido, nos ayuda entablar conversaciones que, aunque puedan resultar difíciles, son necesarias.

  • Lo peor que podemos hacer es no decir nada

Permanecer en silencio es una decisión equivocada. Aunque no tengamos todas las certezas la mejor manera de gestionar la comunicación es justamente comunicando de forma transparente para evitar la incertidumbre de los colaboradores.

  • Primero adentro, después afuera

Nuestros colaboradores son los embajadores de nuestra marca. Ellos tienen que ser los primeros en saber qué está pasando y qué tiene para decir la compañía al respecto.

  • El cara a cara marca la diferencia

Tener encuentros presenciales para dar noticias difíciles es una de las mejores opciones. Un mail no es suficiente a la hora de comunicar con seguridad y confianza. 

  • Decir la verdad es el mejor camino

Cualquier encubrimiento o versión distorsionada puede ser rápidamente desmentida y esto genera un desprestigio difícil de sobrellevar. Entendiendo que no toda información es pública, lo que se pueda contar tiene que ser cierto. 

  • Los líderes son nuestros aliados

Los líderes son los más cercanos a los equipos. Contar con ellos para que comuniquen con seguridad a sus equipos y validen el discurso organizacional es clave. 

Estos son algunos consejos generales que vienen con la experiencia. Ante una crisis, cada organización debe tomar sus decisiones de acuerdo a los públicos y a la situación particular por la que atraviese. Siempre es bueno contar con una ayuda externa que permita, desde una mirada mas independiente, encontrar el mejor plan de acción. Si estás atravesando un proceso de crisis, contá con ABCOM para acompañarte. 

julio 4, 2019

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Por: abcom

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Categorías: Gestión de la comunicación

Es común creer que cuando hablamos de social media estamos hablando de redes sociales. Este post viene a echar luz sobre esta confusión y, además, te resultará útil como para ingresar en la jungla digital que hoy captura la atención de casi 4,3 mil millones de personas que se conectan a Internet, y 3,4 mil millones de usuarios de medios sociales a nivel global como indica el informe de Hootsuite para este año.  

Sin entrar en tecnicismo, cuando hablamos de social media nos referimos a todos las plataformas y herramientas digitales que nos permiten entablar conversaciones de valor con distintos públicos de interés. De esta manera, no sólo Facebook, LinkedIn, Twitter, e Instagram deben formar parte de tu plan de social media. También es necesario que incluyas tus blogs, whatsapp, foros, wikis, y toda herramienta o plataforma digital donde como organización o marca propongas un ida y vuelta con tus públicos o usuarios.

Un plan cuidadosamente diseñado y una estrategia sólida por detrás impactará positivamente sobre la reputación de la compañía, sus productos y servicios, y por qué no, sobre la marca empleadora de la organización. Por el contrario, adentrarse a la deriva en el mundo del social media es un pésima decisión que podría destruir la reputación off-line de la organización o marca. 

Con un índice de entre el 60-76% de usuarios activos de social media para España, México, Perú, y Argentina respecto de su población, es muy difícil no pensar en tener y desarrollar una estrategia para el ecosistema digital. Nada tiene que ver con la antigua creencia de que con tener una página web era sinónimo de tener presencia digital.

Hoy más que nunca los consumidores se han consolidado como prosumidores de los productos y servicios que quieren y compran, y los colaboradores son los principales embajadores de las organizaciones para las que trabajan, por sólo mencionar dos tipos de públicos. En otras palabras, ya no es opción para una organización no participar de la conversación sobre su marca o producto en medios sociales. Sin embargo, ser los promotores de esas conversaciones puede ser la base fundamental para mostrarse transparentes, responsables, receptivos y seguros de lo que hacen y de cómo lo hacen, en una combinación perfecta de storytelling/storydoing.

Sí. Se está haciendo largo, pero valoramos tu esfuerzo por haber leído hasta acá y si compartís las ideas de que expusimos en los párrafos anteriores, entonces a continuación te dejamos los cinco pasos para construir tu plan de social media:

1 – Definí con claridad los objetivos de tu plan

Como cualquier plan de comunicación, tu social media planning necesita tener objetivos claros. Nuestra recomendación es que uses el método S.M.A.R.T. para el diseño de objetos asegurando que los mismos sean específicos, medibles, alcanzables, realistas, y temporales. Mientras mejores sean tus definiciones, más simple será el resto del proceso. 

Un último consejo es que establezcas no más de 3 a 5 objetivos para que puedas tener un proyecto gestionable. Recordá que esta metodología que te proponemos te permite controlar la variable tiempo por lo podrías definir objetivos por trimestre que te permitan ganar capacidad de gestión y agilidad al momento de tener que revisar o cambiar algo.

2 – Diseñá tu estrategia de conversación para cada canal

Como sabés, cada plataforma tiene sus públicos y estilos diferentes, por eso es muy importante que establezcas los criterios conversacionales y de publicación que vas a utilizar en cada canal. Asegurate también de que el tono de comunicación de tu marca/producto sea el mismo en todos los medios y plataformas. Si por alguna decisión estratégica debés variar el tono, procurá que los cambios sean sutiles. También es importante que elabores tu documento de preguntas/respuestas frecuentes para gestionar la conversación. 

3 – Elaborá una agenda de temas clave y un calendario de trabajo

Armar tu agenda de temas clave, cuando se publica qué y en qué canal es indispensable para la gestión. Sin perjuicio de los distintos temas a comunicar que puedan surgir, deberías tener una planificación crítica de conversaciones que quieras entablar en cada uno de tus canales y plataformas. Recordá que de haber temas que se repitan para los distintos medios sociales, siempre es bueno preguntarse si se puede hacer algún giro en función de las expectativas del público para las distintas plataformas, en línea con los criterios de conversación definidos en el punto anterior.

4 – Establecé tus KPI´s y puntos de control

Dijimos que uno de los puntos clave del social media planning es la definición de objetivos medibles. Por esto, fijar los indicadores de performance (KPI) será esencial para el control y seguimiento de la estrategia. Una buena medida es contar con no más de 7 KPI por objetivo. Acordate que si bien estamos acostumbrados a medir en números, la medición cualitativa también es necesaria y aporta datos de gran valor a la gestión. Un claro ejemplo es poder medir cualitativamente los sentimientos que genera la marca con su público a partir de los comentarios que se realizan en sus medios sociales.

5 – Preparate para cualquier contingencia

Cualquier estrategia de comunicación implica exponerse al menos a un mínimo escenario de riesgo. Tener definido un plan de gestión de crisis para la estrategia de social media es tan importante como contar con una una estrategia de negocio. Al igual que en el mundo offline, el ecosistema de medios sociales tienen una gran capacidad para desplegar una crisis reputacional sin precedentes en unos pocos minutos. Por eso, al momento de construir el social media planning no puede faltar el documento de gestión de crisis con todas las definiciones necesarias. Si necesitás algún punto de partida para diseñar tu Plan de Crisis Social Media podés consultar este post.

Te invitamos a sumar tus comentarios, sugerencias y experiencias sobre la gestión estratégica de tu social media planning, y como siempre contás con todo el equipo de ABCOM para acompañarte en la cruzada de crear conversaciones que importan.

¿Se acuerdan de aquellos tiempos en que guardábamos archivos en un disquete? Y cuando nos sorprendieron sus hijos los Compac Disk? Al poquito tiempo, llegaron los DVD de mayor capacidad y, luego, los nietos: los pendrives. Todos estos dispositivos de almacenamiento han muerto o están en eso. Nunca nos imaginábamos computadoras sin disqueteras y mucho menos sin puerto usb, lo que los últimos modelos de computadoras han dejado rápidamente de traer. La famosa “nube” ha arrasado con todos nuestros dispositivos físicos de almacenamiento.

Subirse a la nube

Y recuerdan aquellos tiempos en que adjuntábamos archivos de texto que iban y venían por correo electrónico con cientos de modificaciones? Algunos anticuados lo siguen practicando.

Hoy podemos brindarles herramientas a nuestros colaboradores para que tengan más eficiencia en sus tareas y  les resulte más sencillo y cómodo trabajar.  Pero para esto es necesario crear una cultura de trabajo colaborativo basado en la nube, y dejar atrás el modelo on desk.  

Como todo cambio organizacional es necesario preparar el escenario antes de lanzarse de lleno a la nube. Sin dudas, el primer desafío será encontrar y capacitar a los primeros colaboradores en subirse a la ola colaborativa, para que estos después sean los principales influenciadores del cambio. Como decimos en cualquier proceso de change management, la mejor enseñanza es predicar con el ejemplo. En este sentido, también será necesario identificar claramente las ventajas del cambio para la organización, y específicamente, para todos los empleados que trabajan en ella, sobre todo cuando en su conducta prima el modelo on desk.

Aquí te compartimos algunas de las ventajas que se comunican con mayor frecuencia:

  • Accesibilidad: es posible trabajar, crear, compartir y editar proyectos y demás documentos desde cualquier ubicación geográfica y en cualquier momento.
  • Seguridad: se reducen ampliamente las posibilidades de pérdida de información, por lo que el almacenamiento de datos es más seguro.
  • Mayor grado de colaboración: debido al hecho de que los colaboradores tienen acceso directo, se impulsa la colaboración y la creatividad ya que todos pueden intercambiar sus ideas.
  • Ahorro de tiempo: se evitan los tiempos muertos en creación y edición de documentos ya que al no tener que esperar archivos adjuntos en el correo, se agilizan los procesos.
  • Mayor capacidad de almacenamiento: en la nube no existe límite para almacenar información.

En definitiva, el trabajo en la nube les permite a tus colaboradores realizar sus tareas de un modo muchísimo más eficiente y rápido, con el plus de impulsar la dinámica laboral de los equipos. Si estás pensando en aplicar este modo de trabajar en tu compañía en AB Comunicaciones podemos ayudarte, contactanos!