Los porqué y los cómo del discurso corporativo
La misión organizacional (1 era parte)
En la actualidad todas las empresas, sean grandes o pequeñas, tienen definido un discurso institucional que incluye misión –o propósito organizacional- y valores. Pero, ¿qué es la misión organizacional?
La misión es la declaración de lo que la organización hace, su razón de ser. Generalmente es definida de manera amplia, creativa y sobre todo motivadora, ya que es lo que le da sentido al trabajo que se desarrolla dentro de la empresa.
Además, la declaración de la misión debe ser una fuente de inspiración para mantener a los colaboradores motivados y comprometidos con su trabajo, y para que sientan que están contribuyendo a algo más grande.
Veamos algunos ejemplos. Un laboratorio se dedica al desarrollo y producción de medicamentos. Sin embargo, una manera más inspiradora de enunciar lo mismo es decir que “cuidan la salud de las personas”. Una compañía cerealera produce alimentos, pero también “alimenta al mundo”.
¿Por qué es importante declarar una misión motivadora?
Porque el capital humano motivado es un recurso fundamental para el éxito del negocio. Y porque las compañías no sólo deben “venderse” hacia afuera, hacia sus clientes, sino también internamente hacia sus equipos.
Los colaboradores son los primeros clientes de la organización. Definir un propósito organizacional amplio e inspirador logra darle un sentido al trabajo cotidiano. De modo que una persona que apila piedras al costado de un camino, logrará trabajar con entusiasmo porque sabe que está creando algo más grande. Sabe que está construyendo un puente.
Todo muy lindo pero, ¿cómo?
Para definir la misión es importante tener un conocimiento acabado del negocio. Y luego preguntarse cómo hacer para que la realización de los objetivos de la empresa sean una fuente de inspiración y motivación para los colaboradores.
No hay una receta para definir la misión o el propósito organizacional de una organización, pero podemos aclarar nuestras ideas por medio de un cuestionario que nos guie y oriente:
- ¿Qué actividades se desarrollan en la compañía?
- ¿Dónde está la compañía hoy, y hacia dónde quiere crecer?
- ¿Cuáles son los objetivos del negocio para los próximos 5 ó 10 años?
- ¿Cómo transmitir eso de manera inspiradora a los trabajadores de mi organización?
Naturalmente, la última pregunta será la más difícil de responder. Pero es necesario conocer al público interno para elegir la mejor manera de transmitirles un propósito. ¿Cómo hacer para que cada trabajador vaya a trabajar sintiendo que está cumpliendo un gran propósito de vida? Depende de la empresa, del rubro al que se dedica, de los objetivos de negocio, y de los colaboradores (sus edades, profesiones e ideologías).
No hay una forma “correcta” de definir el discurso corporativo de una empresa. Eso debe hacerse con un profundo compromiso desde la línea gerencial, conociendo en profundidad y teniendo en mente las percepciones y aspiraciones de los colaboradores.
Hacer el esfuerzo, ¡vale la pena! Un discurso corporativo claro y bien definido le permitirá a los miembros de la organización contar con un marco de sentidos compartido. Esto facilitará una mejor comprensión del rumbo que quiere tomar la organización. Además agilizará el cascadeo de mensajes estratégicos, y la comunicación interna.
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